Marihuana (hachis, cannabis)
La planta en cuestión, cannabis sativa, crece de forma arbustiva en zonas cálidas pudiendo sobrepasar los 6 metros de altura. El hachis se obtiene de su resina. Esta sustancia contiene numerosos componentes psicoactivos, pero el de mayor importancia es el denominado THC. La dependencia a esta sustancia es fundamentalmente psíquica, sin componente físico de importancia, pero no por ello debemos dejar de hablar de dependencia. Los síntomas de intoxicación, entre otros pueden ser: temblores, irritabilidad, ansiedad, e incluso insomnio. Hoy en día el THC empieza a emplearse en algunos lugares con aplicaciones terapeuticas como sedante para casos muy concretos, por ejemplo, de dolores crónicos. Siempre bajo control médico. Aun así su empleo continúa levantando fuertes polémicas, entre otras cosas porque la marihuana al ser consumida de la forma habitual en que lo hace el adicto, junto al THC se están ingiriendo multitud de otras sustancias, algunas sumamente perjudiciales para la salud. Los problemas a largo plazo derivados de su consumo habitual todavía se encuentran en fase de estudio, pero los resultados que se van obteniendo indican que acaba afectando negativamente a la salud.
Heroina
De similares efectos a la morfina, la principal diferencia es la mayor potencia de la heroina. Se trata de un opiáceo de gran potencia y toxicidad, lo que la convierte en una de las drogas de mayor peligrosidad, máxime teniendo en cuenta que la dependencia puede llegar a desarrollarse en un par de semanas. En las etapas iniciales del consumo el efecto psíquico es muy fuerte, pero posteriormente éste se ve desplazado por un efecto predominantemente físico destinado a combatir el síndrome de abstinencia. La vida del adicto pasa en muy poco tiempo a centrarse en encontrar el modo de eliminar la abstinencia. Tras la ingestión de esta droga se produce un breve efecto placentero de euforia que rápidamente decae siendo sustituido por una desagradable sensación de malestar. No se trata del síndrome de abstinencia, pero impulsa igualmente a buscar una nueva dósis con el consiguiente peligro de muerte por sobredosis. Disfunciones sexuales, falta de concentración, depresión, incapacidad de realizar razonamientos más o menos complejos, y conductas potencialmente violentas, son algunas de las consecuencias de su consumo.
Cocaina
La cocaina es un alcaloide que actúa como un estimulante cerebral de gran potencia. Tiene además efectos vasoconstrictores y de analgésico local. Una de las formas de consumo más habitual es por aspiración nasal, siendo absorbida por las mucosas nasales. La cocaina actúa sobre el sistema nervioso central provocando efectos inmediatos, a los pocos segundos: aumenta la potencia muscular, aumenta el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, aparecen sudoraciones, etc. La muerte por paro cardiaco, o por una parada respiratoria, siempre es una posibilidad con cada toma. Los efectos psíquicos son variados: euforia, aumento de la seguridad en uno mismo, inestabilidad, etc. Pero a cambio se produce una seria destrucción neuronal y a la larga tendencias suicidas, depresiones, fobias, amnesia, alucinaciones, irritabilidad, etc., y en general resulta imposible encontrar placer más allá del mismo consumo de cocaina.
Crack
Se trata de un derivado barato de la cocaina, de gran toxicidad. Esta toxicidad es tal que resulta imposible administrar el crack por vía intravenosa por lo que debe ser inhalado. Provoca lesiones cerebrales irreversibles.
Speed
Se trata de un nombre en argot que se ha aplicado a diferentes sustancias dependiendo del lugar y el momento. El más conocido quizá haga referencia a las anfetaminas, aunque también se aplicó a combinados de heroina y cocaina. Presenta fuertes efectos mentales como aturdimiento, confusión, incoherencia, etc. La sintomatología puede ser muy variada, pero siempre está presente el riesgo de coma y muerte.
Anfetaminas
Sustancia euforizante que provoca un cierto gran nivel de agresividad.
Extasis (MDMA)
Se trata de una droga psicoactiva de origen sintético con efectos alucinógenos. Como compuesto es de una gran adicción y toxicidad, lo que lo vuelve bastante peligroso. Excitación e hiperactividad son algunos de sus síntomas más relevantes, pero por otro lado provoca trastornos físicos graves como taquicardias, trastornos musculares, visión borrosa, sudoraciones, escalofríos, desmayos, etc., además de trastornos psicológicos como por ejemplo pérdidas de memoria, problemas con el sueño, confusión, etc.
Y, desgraciadamente, un largo etcétera.